Ardo entonces durante noches para purificarme,
y siento enarbolados sobre mi cuerpo el látigo y la vara:
deseo liberarme por completo de mi propio ser
hasta haberme vertido en todo el mundo.
Deseo con tanto dolor alimentar mi cuerpo
que los males del mundo me circunden como las estrellas.
En la sangre y martirio del pesar instigado
se realiza el amor, se libera el espíritu.
Ernst Maria Richard Stadler
1 comentarios:
asi como el hierro se templa en le fuego, asi el fuego del deseo templa un corazon amante...y amado..
bellisimo poema...me llego al alma..
También la letra es depositaria del espíritu.
Hay emociones que no lo son del todo
hasta que no reciben la fuerza lírica de la palabra, su palabra plena y exacta.
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