Báilame El Agua

Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de su jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Hazme sufrir.
Aviva las ascuas.
Ponme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que sea tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos.
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro para mí.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del calor.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.
Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente claro.
Y sin azucar. Sin aliento.




Autor: Daniel Valdés

Lame mi sexo, chupalo, devoralo.

Bebe mis jugos, disfruta mi sabor.

Adentrate en mi, tragate mi fuego.





Como has aprendido, como sabes que me gusta.





Dame placer por horas con tu boca habil,

con tu boca hambrienta,

con tu BOCA ESCLAVA...





LAMEME PERRO

QUE PARA ESO ESTAS!!!

Hace días que no deseo otra cosa,

que tener tu sangre

beber de vos.


Todos estos días que las obligaciones

nos mantuvieron alejados

en contra de nuestra voluntad.







Hoy desperté mojada

obsesionada

ardiendo.


Comencé a tocarme y ya no pude parar,

no quise parar.

Me masturbé con mis manos

hasta acabar como una perra.







Te llamé y te lo dije,

para que mueras de deseo,

para que te vuelvas loco.


Aun así, mi deseo no ceso.







Mas tarde volví a hacerlo,

esta vez con el juguete que me regalaste,

y el orgasmo fue múltiple e intenso.

Pero tampoco sirvió,

solo logró alivianar un poco mi carne.







Cómo un par de orgasmos alcanzarían

para saciar mi deseo de someterte?

Ni siquiera pueden apaciguarlo.

Nada puede satisfacerme

si no están presente

mi dominio y tu entrega.







Así acabe,

MAS - TURBADA,

Mas - deseosa.

Importa acaso de donde viene este sentir,
este pensar,
este SER?

Podría decir que, simplemente,
fue la arcilla que modelo mi contorno,
aquel hierro caliente que forjo mi estructura,
esos restos pútridos que abonaron el fango
y alimentaron mis raíces.

Que es el torrente de lava que fluye
por las frágiles venas que me recorren.

Las vísceras que laten febriles
en mi carne ávida y urgente.

O que fueron y son
esas partículas de materia pura,
que atraídas entre sí e ignorantes de su medio
me hicieron como soy, conformaron mi esencia:
Indómita, insurgente, subversiva.

Importa acaso todo eso?

Lo importante es que mi existencia
encuentra su razón en esa esencia,
y vos, hombre mío,
sos el que la fomenta.