Soy hijo de la noche y de la Reina de las tinieblas
envuelto en su sombra negra está mi alma.
Amo la oscuridad que a ella acompaña
que cubre mi andar, su andar
Entre la bruma de noches oscuras y sin luna.
Me busca sin fin
Para ser una vez más su víctima,
Para satisfacer su sed,
Y lo hago con placer eterno de servirla
Liberando aromas de dulces gotas de sangre
Para guiar su camino.
Puedo percibir su salvaje cercanía
Aún antes de verla, a su abstinencia me entrego
Siento el palpitar de mi insignificante corazón,
Jubiloso de ser cazado y consumido
Donde mi torrente sanguíneo embellece
Corriendo por mis venas
Y mi entrega mansa se acrecienta
Con su cercanía.
Viene a mi encuentro
Y su cercanía me transforma.
Soy su víctima ya sin defensa,
Me hipnotiza, me entrego, me dejo
Disfruto como sus colmillos
Hincan mi cuello
Bebiendome hasta que florece mi tez pálida
Dejando últimas gotas secas
En mis deliciosas heridas
Su sed ha sido zaceada.
Mi ventana siempre estará abierta.
Siempre regenerare mi energía carmesí
Esperando dejarme una vez más
Esperando servirla una vez más
Alimentando esta eternidad una vez más
envuelto en su sombra negra está mi alma.
Amo la oscuridad que a ella acompaña
que cubre mi andar, su andar
Entre la bruma de noches oscuras y sin luna.
Me busca sin fin
Para ser una vez más su víctima,
Para satisfacer su sed,
Y lo hago con placer eterno de servirla
Liberando aromas de dulces gotas de sangre
Para guiar su camino.
Puedo percibir su salvaje cercanía
Aún antes de verla, a su abstinencia me entrego
Siento el palpitar de mi insignificante corazón,
Jubiloso de ser cazado y consumido
Donde mi torrente sanguíneo embellece
Corriendo por mis venas
Y mi entrega mansa se acrecienta
Con su cercanía.
Viene a mi encuentro
Y su cercanía me transforma.
Soy su víctima ya sin defensa,
Me hipnotiza, me entrego, me dejo
Disfruto como sus colmillos
Hincan mi cuello
Bebiendome hasta que florece mi tez pálida
Dejando últimas gotas secas
En mis deliciosas heridas
Su sed ha sido zaceada.
Mi ventana siempre estará abierta.
Siempre regenerare mi energía carmesí
Esperando dejarme una vez más
Esperando servirla una vez más
Alimentando esta eternidad una vez más
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También la letra es depositaria del espíritu.
Hay emociones que no lo son del todo
hasta que no reciben la fuerza lírica de la palabra, su palabra plena y exacta.
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